Investigación y beneficios de Mindfulness en niños y adolescentes
Más de 30 años de investigación científica sugieren el beneficio de la práctica de Atención Plena para adultos, los cuales no pueden generalizarse a los niños y adolescentes ya que las características emocionales, conductuales y sociales son diferentes a los de los adultos.
En el caso de los estudios para niños y adolescentes se tiene resultados más cercanos, solo teniendo apenas un 5% de las publicaciones. Sin embargo a pesar de encontrarse muy reciente, se han podido encontrar un número creciente de estudios donde se ha demostrado que las prácticas de Atención plena benefician a la salud física, bienestar psicológico, rendimiento académico y el desarrollo de habilidades socioemocionales de los jóvenes.
En el caso de trastornos de atención en niños y adolescentes, los efectos positivos de Mindfulness han podido verse en mayor atención sostenida, felicidad, mejora en la autoestima, menor ansiedad y depresión, mejor calidad de sueño.
Mencionamos algunos estudios:
En el 2005, un estudio evaluó la eficacia de una intervención de mindfulness y relajación con un grupo de niños de 5 a 8 años con altos niveles de ansiedad, los participantes fueron asignados de manera aleatoria a un grupo experimental (entrenados en mindfulness) o un grupo control (sin intervención). El programa consistió en 12 sesiones de 45 minutos cada una. Los resultados muestran que, en el grupo experimental, los niveles de ansiedad y conductas asociadas al Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) bajaron considerablemente, mientras que su habilidad de prestar atención se incrementó (Napoli, Krech & Holley, 2005).
En el 2010 la investigación de un programa en el cual los maestros en las escuelas impartieron 10 sesiones semanales de mindfulness y 3 momentos de práctica al día, indicó un aumento importante en las competencias socioemocionales y los niveles de optimismo y emociones positivas; así como una reducción en las conductas agresivas y oposicionistas en los alumnos (Schonert-Reichl & Lawlor, 2010).
En la evaluación de otro programa de mindfulness para niños de 10 a 13 años con duración de diez semanas, se midieron distintas variables antes y después de la intervención. Los puntajes de depresión y los reportes de problemas de conducta bajaron considerablemente después de las diez semanas de práctica de atención plena (Joyce et al, 2010).
Los estudios disponibles actualmente apoyan la idea de que el entrenamiento en mindfulness con niños y adolescentes es factible y aceptable para diversos grupos de jóvenes, sin reportes de contraindicaciones.
Autora:
Lic. Rosa Maria Hernandez – Instructora certificada del Instituto Mexicano de Mindfulness y parte de su Red de Instructores.