El Alma Familiar y las Constelaciones Familiares
Es una de las terapias más utilizadas en la actualidad ya que explica muchos de los fenómenos relacionados entre las parejas, las familias y todas las relaciones del ser humano buscando alternativas de solución a situaciones de conflicto, violencia, maltrato, problemas de salud tanto física como emocional, trastornos alimenticios, adicciones o enfermedades auto inmunes que ahora son más comunes en la población.
Para Bert Hellinger, el creador de la Técnica de las Constelaciones familiares, la solución a todos esos fenómenos, se halla en el respeto a las órdenes del amor o el respeto a las condiciones naturales de la vida. Por ejemplo, entre padres e hijos, el orden natural es que los hijos reconozcan en los padres la vida que viene de ellos por lo que “tomar la vida de mis padres y los tomo así como son, como mis verdaderos padres”, de esa manera pueden estar en paz -tomando- de sus padres o lo que viene de ellos, o sea la vida y los honra por ese sagrado hecho.
La idea de los hijos de que podrían haber tenido otros padres o que ellos tendrían que haber sido diferentes o mejores de lo que ellos son, hace que el hijo viva de alguna manera desvinculado y le hace sentirse en la vida, completamente limitado.
El Alma familiar o el alma de la familia vela porque se respete este orden natural de las relaciones en la familia, la cual es como un campo energético invisible que guarda la información del sistema. Cuando un hombre y una mujer se unen sexualmente con o sin amor, o cuando una persona le quita la vida a otro ser humano se crea entre ellos un vínculo invisible, según Hellinger, el cual es imborrable.
Esta consciencia familiar se ocupa de los excluidos, de los que no son reconocidos, o los que no son apreciados, de los olvidados, de los que han sido desvalorados y de los que han muerto sin tener las condiciones básicas por ser parte de un sistema, como son:
- El derecho a pertenecer al sistema
- La ley del número completo
- La ley de la prioridad de los anteriores y
- El reconocimiento de que todo es pasajero.
Además esta Alma familiar vela para que se encuentren las condiciones básicas para las relaciones en general: la vinculación, equilibrio entre tomar y dar, y el orden.
Autora:
Lic. Rosa Maria Hernandez